jueves, 28 de octubre de 2010

Los funerales laicos en Barcelona se incrementan en un 36% en el último año

Serveis Funeraris lanzará el próximo año una nueva línea de financiación y un servicio digital para recordar los difuntos.

Fuente: El País
Autor: Redacción
Fecha de publicación: 28/10/2010
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Aunque el rito cristiano sigue siendo el más solicitado en los funerales que se celebran en la capital catalana, cada vez hay menos crucifijos u otros símbolos religiosos en las salas de los tanatorios. El laicismo ha sido el sello del 10% de los funerales que se han celebrado hasta septiembre de este año en la ciudad, según cifras de Serveis Funeraris de Barcelona. Un aumento de casi el 36% con respecto al 2009.
La directora general de Serveis, Alicia Yúfera, ha explicado que la nueva realidad social de Barcelona ha generado cambios en los servicios que tienen que ofrecer. Con la inmigración, por ejemplo, se ha tenido que brindar nuevas alternativas para las personas que profesan otras religiones o que tienen otras costumbres funerarias. Tal es el caso de la comunidad china, en la que se da mucha relevancia a las flores y en muchas ocasiones, según Yufera, el gran número de coronas implica una logística especial. En el caso de los musulmanes o los judíos, son los familiares los que lavan al difunto, lo que obliga a habilitar lugares especiales para ellos.
Según datos del Servei, hasta septiembre de este año se han realizado unos 14.000 funerales, y por los cuatro tanatarios han pasado 1.400.000 personas. El próximo año, ha explicado Yúfera, se ofrecerán nuevos servicios, como el de financiación para las familias, una idea que aún se está madurando y que se ofrecerá posiblemente a través de entidades bancarias. Aunque Yufera recuerda que el 60% de los barceloneses tiene una póliza de deceso, la crisis se ha dejado notar en cuestiones no imprescindibles, como en el número de esquelas o las flores.
Otra de las novedades para el 2011 será la digitalización de los servicios que tienen que ver con la memoria del difunto. La Crónica de una vida es una iniciativa que buscará brindar una plataforma interactiva a los familiares y cercanos del muerto para que dejen online sus mensajes, canciones y recuerdos por un tiempo determinado por la familia, que también podrá editar y decidir sobre el contenido. Según Fernándo Sánchez Tulla, director de marketing de Serveis, el servicio complementará al existente Crónica de un Adiós, un pequeño folleto elaborado por periodistas que recogía en forma de noticia el relato del funeral y que cuesta 120 euros. Se espera que entre en funcionamiento a principios del próximo año.

Constitucionalidad del matrimonio homosexual

Fuente: El Pais
Autores: Fernando Grande-Marlaska, Marta del Pozo
Fecha de publicación: 25/10/2010
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En un primer momento, al enfrentarnos a la idea de escribir este artículo al alimón, pensamos que de las mil palabras que lo componen nos sobraban casi todas, pues un solo motivo bastaba para justificar que el matrimonio entre personas del mismo sexo es constitucional. Y lo es por un argumento de sentido común, que como es sabido no siempre es el más común de los sentidos. Esta actuación por nuestra parte hubiera sido poco respetuosa con el lector; por lo tanto y tras el estudio detallado de la cuestión nos sucede todo lo contrario, es decir, podríamos completar miles de líneas argumentando por qué es constitucional y haciendo frente al sector doctrinal e institucional existente que sostiene todo lo contrario. Por ello pongámonos, pues, manos a la obra, y expongamos nuestras siete razones:

Primera: Porque la Ley 13/2005, de 1 de julio, por la que se modifica el Código Civil en materia de derecho a contraer matrimonio no se denomina "Ley del matrimonio homosexual" o "del matrimonio entre personas del mismo sexo"; con lo cual esta reforma de la institución genera un nuevo concepto de matrimonio, en el que se recoge la posibilidad de que puedan contraerlo dos personas del mismo sexo. No implica una nueva categoría, sino que amplía la existente a las diversas tendencias y orientaciones sexuales.

Segunda: Porque la heterosexualidad no es un elemento esencial del matrimonio, puesto que su consideración como tal vendría derivada de la confusión entre el matrimonio al que se refiere la Constitución, que es el civil, y el matrimonio canónico. Hoy es patente lo poco que tienen en común. El distanciamiento entre ambos es el resultado de un proceso de democratización de la institución matrimonial mediante la paulatina integración en su seno de los valores y principios que proclama la Constitución, y muy especialmente de la libertad y la igualdad de los contrayentes.

Tercera: Porque las tradiciones jurídicas decimonónicas, equivocadas y trasnochadas son meras pautas colectivas que se legitiman en la medida en que se cree en ellas y ya hemos roto con otras prácticas ancestrales existentes. Antes el matrimonio era indisoluble, desigual y discriminatorio y actualmente el vínculo se puede romper y la igualdad entre los contrayentes es indiscutible. Con lo cual, y del mismo modo, ahora podemos romper con esa otra tradición y legislar el matrimonio entre personas del mismo sexo sin, en nuestra opinión, dificultad alguna. Reiteramos que nos referimos al matrimonio civil con una regulación jurídica sustancial diferenciada del matrimonio canónico.
Además, la Sentencia del Tribunal Constitucional 32/1981, de 28 de julio advierte de que "la garantía institucional no asegura un contenido concreto y fijado de una vez por todas", sino "la preservación de una institución en términos reconocibles para la imagen que de la misma tiene la conciencia social en cada tiempo y lugar".
Y parece ser, si nos atenemos al barómetro de opinión del CIS de junio de 2004, que esa conciencia social en los tiempos presentes refleja que la exclusión del derecho al matrimonio de las parejas homosexuales es considerada una discriminación injustificada e intolerable, según expresan un 66,2% (en una muestra de 2.479 personas) frente a un 26,5% de los encuestados. Además, en 2007 solo un 19,1 % de los encuestados consideraban excesiva la citada ley, para garantizar el respeto hacia las personas homosexuales.

Cuarta: Porque los conceptos jurídicos no son realidades, sino herramientas lingüísticas para referirse a conjuntos de derechos y deberes que se contienen en las normas jurídicas. Con lo cual, por lo expuesto, el concepto de matrimonio tras la reforma legislativa debe actualizarse y ser aplicado, por tanto a las parejas del mismo o de diferente sexo.

Quinta: Por la propia JTEDH (Jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos) y las normas internacionales: Pueden verse las sentencias de 11 de julio de 2002 (asuntos I. y Christine Godwin c. Reino Unido) donde se reconoció el derecho de las personas transexuales a contraer matrimonio con personas de su mismo sexo biológico, abandonando la interpretación anterior e indicando, entre otros argumentos, que "el artículo 9 de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea adoptado recientemente se aparta -y ello no puede ser sino deliberado- del artículo 12 del Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH) en cuanto a que excluye la referencia al hombre y a la mujer".

Sexta: Porque el art. 32 de la Constitución Española (CE) no podía incluir otra referencia que la que recoge, dado el momento político en el que nos encontrábamos. Con la dictadura recién concluida, con la Iglesia influyendo en todos y cada uno de los aspectos de la vida social y política, con la desgraciada y lamentable penalización de la homosexualidad durante la época de Franco -ley derogada incluso con posterioridad a la CE- era impensable que el art. 32 se refiriera a todos, como sí se recoge en otros preceptos constitucionales, igual que era imposible que la CE recogiera referencias de género directas o que una mujer interviniese en la elaboración de la CE, que recordemos, no tiene madres sino únicamente padres

Séptima: Porque la reforma del Código Civil se justifica como una exigencia del principio de igualdad, con el fin de que no se pueda negar a nadie con independencia de su orientación sexual, el derecho a contraer matrimonio. Deben prevalecer las razones a favor de los derechos individuales de las parejas del mismo sexo sobre las que priman la protección de la institución del matrimonio convencional que no es otro que el único que existía hasta ahora, el heterosexual.
La Constitución pertenece a las generaciones vivas y debe adaptarse a los cambios sociales y debe interpretarse de acuerdo con la realidad presente en nuestros días. Así, deben legitimarse las opciones de configuración libre de la convivencia afectiva y familiar a partir del principio de dignidad humana, de libre desarrollo de la personalidad y de la libre orientación sexual. Hay que evitar todo tipo de discriminaciones, y también es discriminar el que las parejas del mismo sexo no puedan casarse sino "pseudo casarse". La igualdad,sin duda alguna, tiene que prevalecer sobre la exigencia de heterosexualidad.
El matrimonio recogido en el art. 32 puede, a nuestro juicio, ampliarse a otros modelos, ni impide ni prohíbe estos; además, el matrimonio que conocíamos hasta ahora no sufre lesiones ni mermas, solo amplía su espectro a nuevas realidades socialmente aceptadas.
Expuestas las siete razones, y para concluir, hemos de decir que partiendo de la propia realidad social, así como del estudio de la institución del matrimonio, y analizando los derechos fundamentales en litigio, entendemos que su no reconocimiento a las personas homosexuales, no lo es en base a cuestiones técnico jurídicas, sino posiblemente y sin tratar de prejuzgar, a prejuicios disfrazados de ciencia y a una ausencia de coraje democrático.

Fernando Grande-Marlaska Gómez
es magistrado y Marta del Pozo Pérez es profesora contratada y doctora de Derecho Procesal de la Universidad de Salamanca.

domingo, 17 de octubre de 2010

Las bodas civiles suben en Navarra un 4,3 % mientras continúa el declive de las religiosas

En 2009 hubo 1.369 uniones en los juzgados y ayuntamientos frente a 1.145 en iglesias

Fuente: Noticias de Navarra
Autor: M. González
Fecha de publicación: 13/10/2010

Las bodas civiles en Navarra adquieren cada vez más auge en detrimento de las religiosas. El pasado año se celebraron 1.369 uniones civiles en la Comunidad Foral, un 4,3% más que el año anterior, frente a las 1.145 cuya forma de celebración se atuvo al rito católico, un 3,6% menos que en 2008. Así lo indican los datos provisionales del Instituto Nacional de Estadística, que constatan cómo la cifra total de matrimonios en Navarra, 2.517, cayó algo más de un 6% en el mismo periodo de tiempo. Asimismo, se celebraron tres bodas de otras confesiones, un cifra que no guarda proporción con el número de inmigrantes en Navarra, lo que indica que estos emigran con el proyecto de reagrupar a su familia posteriormente y a que los solteros vuelven a sus países para casarse.
Los datos del INE apuntan al mantenimiento de una tendencia que ya se constaba en 2008, el mayor número de bodas celebradas en juzgados y ayuntamientos que en iglesias. Así, el pasado año las bodas civiles supusieron el 54,3% del total, frente al 45,4% de las católicas. No fue 2009, sin embargo, el primer año en que los matrimonio civiles superaban a los religiosos, como si sucedió en el Estado, ya que en 2008 ocurrió idéntico fenómeno, sin embargo la brecha entre ambos tipos de uniones va aumentado con los años como lo prueba el hecho de que en 2008 las bodas civiles fueran el 50% del total y las católicas el 49%.
bodas más baratas Las celebraciones civiles han ido ganando terreno poco a poco, al igual que lo hacen, aunque de forma mucho más lenta, las de otras confesiones, sólo tres en 2009 frente a la única celebración del año anterior. Las causas de este decaimiento de los matrimonios católicos son dos, según los expertos, el proceso general de secularización y la crisis económica, que invita a las parejas a optar por el ritual civil, más barato que el religioso.
"La diferencia en los números con relación a la encuesta anteriormente publicada por el INE es más producto de la crisis, igual que ha ocurrido con los accidentes de trabajo. Estos han bajado del orden del 12% y curiosamente es porque la gente que estaba más expuesta a trabajos malos ha perdido su puesto por la crisis", explica a este respecto Josetxo Beriáin, catedrático de Sociología de la UPNA. "Aun teniendo en cuenta el efecto de la secularización del matrimonio, que es indudable, la causa principal la crisis", insiste.
Para Beriáin, las recesiones económicas afectan directamente a las estructuras sociales. "Desde comienzos del siglo pasado hasta nosotros se dice que en época de crisis aumenta la desestructuración social, en buena medida se producen más suicidios, crisis matrimoniales... afecta a todo y no sólo a los que se quedan en el paro sino también a los que, conservando su trabajo, ven que la sociedad está afectada y tiene debilidades estructurales. Esto provoca que cunda el pesimismo, como se ve en el aumento de las visitas a los psiquiatras y psicólogos". Este decaimiento se traduce, según el sociólogo, en una mayor inquietud en las personas a la hora de emprender proyectos importantes como el matrimonio, lo que explicaría el descenso en el número de bodas y también la apuesta por ceremonias más baratas. "Las personas tienen más temor a iniciar proyectos vitales de envergadura. Cuando la situación económica no es muy boyante sino lo contrario, se retraen y si el matrimonio eclesiástico resulta más caro tienden a reducir gastos, pero no creo que ello esté relacionado con la bajada de la creencia o con que la gente haya experimentado súbitamente y en muy pocos años un proceso de secularización que les lleve a acudir a la boda civil".
divorcios En opinión de Beriáin, la situación es coyuntural. "Los datos volverán a igualarse cuando la situación mejore porque no ha sucedido nada en el ámbito religioso que haga cambiar drásticamente a la gente", apunta tras reconocer que la tendencia de las bodas religiosas es descendente. "El declive es sostenido pero no para afirmar con rotundidad que la gente experimenta una indiferencia religiosa avanzada y deja la Iglesia y acude al juzgado, la razón fundamental es de coyuntura aun manteniéndose esta tendencia secularizadora de otros años, que también, al igual que la crisis, está presente en las tasas de divorcio".

Los matrimonios civiles duplican a los religiosos católicos en Balears

Las Islas son una de las comunidades con más proporción de uniones no confesionales

Fuente: Última hora
Autor: M. Juncosa
Fecha de publicación: 12/10/2010

Los matrimonios civiles duplican a los religiosos oficiados bajo el rito católico en Balears, lo que sitúa a las Islas como una de las comunidades autónomas con mayor proporción de uniones aconfesionales, según indica la estadística del Movimiento Natural de Población elaborada por del Instituto Nacional de Estadística, INE.
En concreto, a lo largo del año pasado se celebraron un total de 4.349 matrimonios en las Islas, de los que 2.972 fueron exclusivamente civiles, 1.356 oficiaron según la religión católica, mientras que 21 fueron celebras de acuerdo con otro rito religioso no católico.
A modo comparativo, en el conjunto de España se oficiaron en el año 2009 un total de 175.952 matrimonios, de lo que 94.993 fueron civiles, 80.174 católicos y los 785 restantes correspondieron a otras religiones, de acuerdo con los datos del INE.
En relación al año precedente, el número de matrimonios se incrementó en las Islas un 5,1 por ciento, al pasar de los 4.138 de uniones registradas en el año 2008 a las 4.349 del año pasado.

Matrimonio Gay
La estadística del Movimiento Natural de la población elaborada por el Instituto Nacional de Estadística también pone de manifiesto que de los 4.349 matrimonios celebrados en 2009 en Balears, en 4.207 casos los contrayentes eran personas de diferente sexto, mientras que las 142 uniones restantes correspondieren a homosexuales o de lesbianas.
En concreto, en 2009 se celebraron en las Islas un total de 96 matrimonios entre varones y 46 entre mujeres.

Las bodas civiles superan ya a las religiosas en A Coruña y Pontevedra

De los 9.047 matrimonios contraídos en la comunidad en el 2009, 4.689 se realizaron en un juzgado o casa consistorial
Fuente: La voz de Galicia
Autor: Ó. Veloso/ L. de la Torre
Fecha de publicación: 17/07/2010
El «sí quiero» ya no se da de forma mayoritaria en los altares. Las parejas gallegas han cambiado en el último año el camino hacia la vicaría por la casa consistorial. Es lo que se desprende de los últimos datos del 2009 proporcionados ayer por el Instituto Galego de Estatística (IGE), elaborados a partir del estudio anual que realiza el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El número total de enlaces matrimoniales contabilizados en Galicia se situó el año pasado en 9.047. De estos, 4.689 se realizaron ante un juzgado o casa consistorial y 4.267 de forma canónica. El resto de enlaces computados se corresponden a uniones de otras religiones.
A la luz de estos datos se aprecia un cambio de tendencia que ocurre por vez primera en la comunidad gallega. Sin embargo, esta dinámica no se produjo del mismo modo en las cuatro provincias. A Coruña computó 2.262 bodas civiles frente a 2.028 religiosas, mientras que en Pontevedra, 1.509 se realizaron en un juzgado y 1.246 en una iglesia. La situación es distinta en las provincias del interior de Galicia. En la última década, Lugo y Ourense han ido acumulando más celebraciones civiles, aunque estas todavía no llegan a superar a los enlaces eclesiásticos. Esa diferencia que inclina la balanza la marcan 58 parejas lucenses y 24 ourensanas que decidieron sellar su compromiso frente a un párroco.

Grandes ciudades
Los novios que más apostaron por una unión de tipo civil han sido los coruñeses. En concreto, fueron 577 parejas, de las mil que contrajeron matrimonio, las que acudieron a los juzgados o casas consistoriales del Concello herculino. Le siguen los vigueses y los lucenses con 516 y 208 enlaces no religiosos respectivamente. En las últimas posiciones se encuentran los Concellos de Santiago de Compostela, Ourense, Ferrol y Pontevedra. En estos siete grandes municipios de Galicia, las uniones por el juzgado superan con creces a las eclesiásticas, a excepción de Santiago y Lugo por una diferencia de cinco y siete parejas, respectivamente.

Nueva estructura social
Este cambio de tendencia sociológica no es exclusivo de Galicia, sino que también se da a nivel nacional. «Es un síntoma claro de un proceso de secularización muy fuerte acompañado de un rechazo de la cultura del deber», explica Miguel Cancio, profesor de Sociología de la Universidade de Santiago de Compostela (USC). Este docente matiza que la religión forma parte de ese tipo de cultura y que se aprecia, en este sentido, un rechazo frontal hacia ella por parte de la población.
El profesor Cancio sostiene que «el Estado, los medios de comunicación, los partidos políticos o los sindicatos tienen más influencia que la religión». Este es un factor que, desde su punto de vista, influye en la nueva vertebración de la estructura social.
Otra perspectiva es la que ofrece la catedrática de Sociología de la Universidade da Coruña (UDC) Amparo Almarcha. Esta socióloga apunta que este fenómeno tiene mucho que ver con la estructura social de Galicia, más tradicional en el interior. Explica, además, que un factor determinante es el económico, «ya que las ceremonias civiles son más asequibles y se adscriben a las posibilidades económicas de muchas más personas». Almarcha considera igualmente que la población gallega realiza un enlace de tipo religioso, «no tanto por convicción sino porque es más espectacular».

Respuesta del clero
Fuentes del Arzobispado de Santiago de Compostela, consultadas ayer por La Voz, aseguraron que la Archidiócesis «no se va a pronunciar sobre este tema, al considerar que las cifras son parte de un estudio que arroja una tendencia sociológica de la comunidad».